Contacta una señora con nuestra redacción para contarnos el problema que ha tenido una vecina residente en Manacor procedente de Marruecos en la piscina de nuestra ciudad. Horas después otra chica llama nuestra atención para que denunciemos los hechos y se pongan a trabajar las denominadas feministas, nos dice.

Las mujeres marroquís no pueden bañarse ni compartir horario con hombres por muy tapadas que vayan en las piscina comunitarias. Su marido o compañero la dio de baja de la piscina sin contar con ella y le ha prohibido ir.

El escándalo fue tan grande que el marido contrariado se volvió muy agresivo porque le hacían reflexiones y cuando llegó a casa le rompió el traje de baño, media casa, las gafas y buen lio que se formó con la Policía y vecinos. Solicitan que se investigue el machismo que reina en esta nacionalidad, porque en los bares donde alternan los hombres tampoco pueden ir mujeres y otros aspectos que denotan claramente los problemas de las mujeres en esta comunidad.

El ataque de celos por bañarse en la piscina comunitaria, nos cuentan nuestras interlocutoras, terminó con amenazas de muerte a su señora o compañera. De hecho Agentes de la Unidad de Familia de la Mujer del Cuerpo Nacional de Policía de Baleares de la comisaría de Manacor procedieron el pasado jueves a la detención de este hombre por un presunto delito de violencia de género y daños. La mujer no ha querido interponer denuncia judicial sabe las consecuencias que habrá, pero reconoció ante los agentes que había sido víctima de amenazas de muerte.

En el municipio de Manacor desde hace años se sabe que las mujeres de Marruecos no pueden bañarse en piscinas comunitarias y cuando lo hacen en la playa están vestidas completamente. También sabemos, dice María, que en los bares no pueden entrar. Solicitan las que denuncian, que intervenga el Instituto de la Dona del Govern y las organizaciones feministas de Manacor, que hay dos muy activas.

Si hay 5.000 residentes de Marruecos en nuestra capital y núcleos urbanos, habrá que comenzar a defender a todas y todos de igual manera. Se abre un melón que en Manacor está escondido en un cajón. Por su parte el marido y amigos alegan que no conocemos la historia de su pueblo, forma de vida y su idiosincrasia.