Crisis por el Covid-19
La avalancha de peticiones de ayuda provoca listas de espera de una semana en Cáritas y Cruz Roja
El grupo de demandantes de auxilio incorpora a trabajadores del sector turístico y a autónomos que hasta ahora nunca habían necesitado del respaldo de las organizaciones sociales.
diariodemallorca.es 04/05/2020 - 08:14:57

Nunca en la historia de Cruz Roja ni en la de Càritas Mallorca se había registrado una avalancha de solicitudes de ayuda como la que se está dando en estos momentos a causa de la paralización de la actividad económica generada por el coronavirus. El volumen de llamadas reclamando auxilio supera ampliamente el que se llegó a alcanzar en los peores momentos de la crisis que se inició en 2008, y además una gran parte de las mismas llegan desde colectivos que hasta ahora no habían tenido que recurrir a este tipo de organizaciones, como trabajadores del sector turístico. El problema es que esta concentración de trabajo está generando listas de espera de una semana o incluso superiores, según se reconoce.

El primer aspecto es el relacionado con el alud de peticiones de ayuda. La coordinadora autonómica de Cruz Roja, Juana Lozano, recuerda que durante la anterior crisis y en relación al regreso a las escuelas, esta organización llegó a recibir entre 350 y 400 llamadas telefónicas mensuales para solicitar ayuda en la obtención de material escolar, y durante las campañas de Navidad entre 450 y 500. Pues bien, durante la semana del 21 al 27 se abril se han alcanzado las 1.100, barriendo todos los registros obtenidos hasta ahora.

En el caso de Càritas Mallorca, su portavoz, Noemí Estaràs, sitúa esta cifra en las 100 llamadas diarias de personas que hasta ahora no habían tenido relación con ella, lo que ha dado lugar a tener que prestar atención a 1.600 usuarios que no figuraban en los ficheros de esta organización y a 600 que hacía tiempo que no acudían a ella, que se suman a la población que ya venía recibiendo algún servicio de forma habitual.

Esta carga de trabajo sin precedentes ha obligado a ambas entidades a reforzar sus servicios de atención primaria con personal que previamente desempeñaba otras funciones. Pero a pesar de ello, Juana Lozano reconoce que se han generado listas de espera de una semana a la hora de atender esas solicitudes, mientras que Noemí Estaràs señala en su caso que hay barrios en los que incluso se han alcanzado las dos semanas, ante la concentración de demandas en zonas como Foners o Aragón de Palma.

Nuevo perfil del demandante


Este enorme volumen de usuarios se explica porque a los casos ya tradicionales de personas en situación de pobreza y riesgo de exclusión se han sumado, debido a la crisis del COVID-19, unos colectivos que hace solo dos meses disfrutaban de una situación laboral normalizada y de unos ingresos más o menos estables.

Uno de ellos es el de trabajadores que se han visto afectados por expedientes de regulación temporales de empleo (ERTE) y que ahora se han encontrado con un sustancial recorte en sus ingresos, sin recursos para asumir los gastos más inmediatos.

El segundo es el de las personas que cada año disponían de contratos temporales en el sector turístico y que en esta ocasión no han sido llamados por sus empresas debido a la paralización de la actividad que se ha generado.

El tercero es muy numeroso y presenta un perfil más vulnerable, al estar compuesto por los trabajadores de la "economía sumergida", como limpiadoras y otras personas que no estaban dadas de alta en la Seguridad Social, pero que hasta este momento conseguían unos ingresos suficientes para poder cubrir sus gastos.

El cuarto colectivo es el de los trabajadores autónomos que se han visto obligados a cerrar su negocio al no estar incluido en las actividades esenciales.

Sin olvidar que estos grupos se suman a otros a los que ya se atendía, como población de asentamientos, personas sin techo o en situación de pobreza, por citar algunos ejemplos.

Ayuda para necesidades básicas


La mayor parte de las solicitudes de ayuda que se registran en estos momentos están dirigidas a la obtención de productos de primera necesidad, como en el caso de los alimentos. Pero a esta lista se pueden añadir productos de higiene personal, de limpieza, destinados a los más pequeños (como pañales) medicamentos (como efecto del copago, según se indica) y, de forma incipiente pero creciente, la ayuda económica para hacer frente a alquileres, hipotecas o facturas de luz y gas. Es decir, hay muchas familias que en estos momentos no pueden hacer frente a los gastos más básicos.

Cruz Roja, para evitar concentraciones de personas en sus locales, ha optado por recurrir al reparto a domicilio de todos estos productos, reforzando el correspondiente servicio.

Solidaridad

La población que necesita ayuda especial para superar la crisis del coronavirus crece a un ritmo sin precedentes, pero también lo hace la solidaridad en las islas, según se destaca desde Cruz Roja y Càritas.  En este sentido, se pone en valor tanto el aumento en el número de voluntarios, sin los que no se podría prestar atención a los que la necesitan, según se subraya, como las aportaciones de entidades y empresas, y que incluyen donaciones de alimentos o cesiones de vehículos de reparto y maquinaria para mover los palés en los almacenes.

Las claves

Afectados por los ERTE
Uno de los colectivos que pide ayuda es el de trabajadores afectados por ERTE

Empleados temporales en turismo
Otro colectivo de nueva incorporación es el de los empleados con contratos temporales vinculados al turismo

Autónomos que han cerrado el negocio
Aparecen autónomos que se han visto obligados a cerrar su negocio durante el estado de alarma

Ocupados de la economía sumergida
La lista la completan los trabajadores de la economía sumergida que se han quedado sin actividad.


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