Editorial: Anuncian los transportistas de mercancías huelga general durante al menos tres días, 20, 21 y 22 de diciembre, y los de Baleares se han adherido al paro inicial de 72 horas. Si se cumplen los pronósticos, podemos descubrir que en varios días se produce un completo desabastecimiento. A nadie se le escapa que somos los mayores importadores de la cesta de la compra, en al menos el 91%, solo producimos el 9% de nuestra alimentación básica, lo demás nos lo traen en barco, principalmente, los sacrificados transportistas de mercancías. Por eso la huelga de camioneros debe preocuparnos más que a los residentes en Barcelona, Madrid, Bilbao, Sevilla, Albacete, Logroño.

Que se puede hacer cuando todos sin excepción se suben por las paredes contra el Gobierno de Pedro Sánchez y de Yolanda Diaz, habrá que buscar rincones de la ley por tener encima la Insularidad, y cuando se decreten los servicios mínimos, que para Baleares se respete lo máximo, por lo menos el 50% de la actividad. Si a la subida exagerada de precios, una media del 20% según los expertos, hay que sumarle no tener mercancías, entonces puede ser el caos y doblarse los precios si continúan las huelgas. Nuestros gestores y patronales deben hilar fino, porque las personas que se dedican al volante están quemados, porque se les falta al respeto en salarios, precios, horarios, normativas y edad. Un desastre detrás de otro en el país de Pepe Gotera y Otilio y los denominados Reinos de Taifas, de cuando la cogobernanza, para no molestar a catalanes, vascos y navarros (independentistas y nacionalistas).

Existen los milagros y ayer hubo uno en la carretera de Vilafranca en dirección Manacor. Sobre las 19:15 horas un vehículo en dirección contraria circulaba por la autovía, algún error de cálculo del conductor, suponemos. Podían ser otras circunstancias de cuyo nombre no quiero narrar. Resulta que chocó contra otro coche donde iban dos mujeres, las cuales tuvieron mucha suerte, hay que ver como quedó el vehículo y que fueron sacadas por los bomberos y lo pueden contar con heridas leves y mucho susto encima. El segundo coche que se llevó por delante antes de volcar el kamikace, también fue socorrido por los bomberos y urgencias y fue llevado a un hospital de referencia de Palma para analizar bien las lesiones, pero está fuera de peligro. El conductor temerario también salió bien parado, si tenemos en cuenta que volcó y se dio una castaña impresionante. Increíble decía un agente del atestado. Un milagro dijo una sanitaria.

Hay desapariciones en Baleares que matan en vida a sus familiares. Recuerdo cuando trabajaba en El Mundo/El día de Baleares y un joven de 20 años becario en las sección de teletipos desapareció de un día para otro sin dejar rastro, tenía citas con amigos, no cobró la última nómina, no hubo movimientos bancarios. Estaba feliz con su nuevo trabajo, esperanzado. Se lo tragó la tierra, nunca más se supo. Sufrimos en el alma, además tenía una tía en la empresa que era especialmente querida y estimada por todos.

También recuerdo la desaparición de Malén Zoe Ortiz, la joven de Calvià (Mallorca) el 2 de diciembre de 2013, ahora han convocado una concentración este sábado, al cumplirse ocho años desde la desaparición de la menor. El acto será a las 12.00 horas en la Pinada de Santa Ponça. En el cartel de la concentración, la madre y la abuela de Malén Ortiz firman un texto en el que piden ayuda "para no caer en el olvido" y que se continúe "buscando e investigando".

Malén Zoe Ortiz tenía 15 años de edad. La menor fue vista en la rotonda de los piratas de Magaluf, cuando iba a comer a la casa de su novio en Son Ferrer, tras salir del instituto de Santa Ponça. Y tantos otros jóvenes y mayores. Como el caso de un señor en Costa de los Pinos, o una señora en Cala Millor. Y aquel chico de Vilafranca y otra en Son Ferriol de 16 años.

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