Editorial: Siempre hay dos versiones en todo conflicto, blanco y negro, cal y arena. Dicen los miembros de la Brigada Municipal de Manacor que el Ayuntamiento prefiere contratar a empresas externas para llevar a cabo trabajos que les corresponden para no mejorar nuestra situación laboral. Ocultan esos trabajadores que a veces hay que contratar a empresas puntualmente porque no se puede esperar a los largos plazos laborales que ellos destinan y hay urgencias que atender, como por ejemplo Navidad. Además los sueldos los fija la mesa general y desde el comité de empresa. No es cada concejal por mucho que él lo estima conveniente.

Aseguran en su denuncia pública que la mayoría están contratados como peones aunque realizan el trabajo de oficiales. Ese extremo debe dirimirse en la valoración y producción de los puestos de trabajo, no es achacable a ninguna Delegación nombrada por el alcalde. Y matizan, algunos dejamos de conducir los camiones porque no cobrábamos por este servicio. Lo hicimos como medida de presión para negociar y el Ajuntament ha respondido contratando a chóferes a través del programa Reactiva del SOIB, que cobran más que la plantilla y que no tienen experiencia.

El Ayuntamiento de Manacor tiene 47.500 habitantes y necesita una Brigada competitiva, profesional, moderna, homologada, activa. Cuando las tareas a realizar se sumergen en conflicto laboral, categorías, producción, sueldos, que desde años colea, debe ser la mesa general quién atienda las demandas y obligaciones de las partes, los responsables de la Delegación no pueden esperar soluciones que están enquistadas desde años. No se puede parar los trabajos del departamento, si este requiere de asuntos que no está en la mano del concejal.

Aseguran que hay mal ambiente en la Brigada y que el encargado castiga a quienes denuncian la situación. Confirman fuentes municipales que siempre pagan justos por pecadores y es normal que aquellos que no hacen el óptimo de la jornada laboral y no rinden lo adecuado y mínimo, sean reprendidos, se trata del dinero de todos y ese gasto no puede pasarse por alto porque viene de los impuestos de los ciudadanos. No es de recibo que unos hagan jornadas completas aceptables y se les felicite por ello, y otros eludan las responsabilidades que se les encomienda por costumbre y vicios adquiridos desde hace décadas.

Varios miembros de la Brigada, unos pocos, aclaran que solicitaron y pidieron tres furgonetas nuevas para poder prestar el servicio y, ahora, estos vehículos se han enviado a Porto Cristo como castigo y se nos ha quitado la posibilidad de hacer horas extra. Se están produciendo un cúmulo de situaciones que nos han perjudicado, aclaran. Sus reivindicaciones son la subida de categoría, el aumento de la jornada laboral, que prometieron y no han cumplido, y la creación de un organigrama de la plantilla para una mejor organización.

Desde la Corporación Local apuntan que Porto Cristo pertenece a Manacor y el litoral necesitaba urgente maquinaria nueva y vehículos. En Manacor para la Brigada se compró el año pasado un camión grúa y un camión normal, un gasto que significó más de 200.000 euros de inversión. En todos los lugares del término municipal hay que prestar servicios. Las horas deben concentrarse en la jornada laboral establecida de lunes a viernes, todas las mañanas del mes, ahí hay que concentrar el grueso del trabajo.

Las horas extras es para festivos y fines de semana en caso de urgencia y no por las tardes de los días laborables. Para nuevas categorías, aumento de la jornada laboral, saben los denunciantes que eso lo lleva el Comité de Empresa y los sindicatos. El organigrama se hace para rendimientos, y por educación el Ayuntamiento se calla la productividad de muchos para que no paguen justos por pecadores. La llama está encendida, no sabemos como terminará, pero es de justicia narraciones conjuntas para que las dos partes digan su versión de los hechos. Cada uno que saque su conclusión.